102 impulsos
Clickeá en el que quieras y descubrí un alguito que ojalá te generé como a mi, ese que se yo… viste
Una nube viajera
La historia de una nube viajera, poderosa y encantadora de cultivos, que recorre los campos, pero que solitaria ha de seguir su camino. El cariño consagrado de un canto a la naturaleza, a la Madre Tierra que se hace en forma de nube, me entrega también ecos de mi infancia, una complicidad familiar, y un abrazo a distancia, hoy que estoy lejos. Nunca tendrá un chango morenito que se duerma con sus cuentos, pero si me tendrá a mi quizás capaz de dormirme con una sonrisa al son de esta canción.
Josué Escudero y Pucho Gonzalez, – 2010
Nostalgia ajena
Esta canción me generó una profunda nostalgia desde la primera vez que la escuché. Pero una nostalgia ajena, como de ver la vida de un otro. Escucho esa melodía y se dibuja en mi cabeza un niño andando por calles húmedas y atardecientes, solo. Es de esos niños de las películas viejas a los que los adultos no ven, que vagan solos porque pertenecen más a la calle que a sus propias familias. Patea cosas en la vereda, se mira en las vidrieras, y en sus ojos se refleja todavia la inocencia, ezcurridiza y disolviendose pero batallando con mantenerse latente. A veces me siento ese niño. En este caso, “Nature Boy” interpretada por Ike Quebec. Una versión que conocí hace poco y me envuelve con placer en su saxo dulce y lento.
Ike Quebec – 1962