Durante 3 días intervine una pileta tanto con tinturas naturales y experimentales como con acrílicos. El propósito era explorar el concepto de inmersión total; me sumergí en el “lienzo” y creé desde su interior. La pileta de las casa de mis padres estaba vacía y se entregó a mi. Las sombras empezaban a mis pies y se erguían sobre las paredes, el Sol, incandescente allí dentro, me cronometraba y sugería. Sentí las limitaciones de mi propio cuerpo y el disfrute lúdico de trabajar con una preexistencia. Después de esos días de danza y pintura dentro de ella, entendí su efímera naturaleza. Al finalizar, la pileta volvería a su color gris original, típico de su funcionalidad. Asique a modo de ritual de despedida, montamos una cena en sus profundidades subrayando el carácter transitorio -desafortunadamente- de la intervención.
Durante 3 días intervine una pileta tanto con tinturas naturales y experimentales como con acrílicos. El propósito era explorar el concepto de inmersión total; me sumergí en el “lienzo” y creé desde su interior. La pileta de las casa de mis padres estaba vacía y se entregó a mi. Las sombras empezaban a mis pies y se erguían sobre las paredes, el Sol, incandescente allí dentro, me cronometraba y sugería. Sentí las limitaciones de mi propio cuerpo y el disfrute lúdico de trabajar con una preexistencia. Después de esos días de danza y pintura dentro de ella, entendí su efímera naturaleza. Al finalizar, la pileta volvería a su color gris original, típico de su funcionalidad. Asique a modo de ritual de despedida, montamos una cena en sus profundidades subrayando el carácter transitorio -desafortunadamente- de la intervención.